La compra por parte de Microsoft de la división de teléfonos móviles de Nokia se produjo después de años de decadencia para la empresa finlandesa. En 2007, el año en que el iPhone llegó al mercado, Nokia tenía la mitad del mercado mundial de teléfonos.

Nokia cometió varios errores. Veamos seis de ellos.

1. Las aplicaciones acabaron con Symbian

Symbian fue el sistema operativo utilizado por Nokia hasta 2011, era liviano y adecuado para dispositivos con capacidad de procesamiento y memoria limitada. Pero desarrollar aplicaciones para Symbian era más caro y los desarrolladores necesitaban más tiempo para crear aplicaciones que Android o iOS.

Nokia no parecía darse cuenta de que las aplicaciones serían muy importantes para los móviles. Había evidencia de que esto sucedería tarde o temprano. El ejemplo de Palm, un pionero de PDA, había demostrado anteriormente que un buen ecosistema de aplicaciones puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un dispositivo móvil.

Con el avance del hardware, Nokia podría haber adoptado un sistema operativo más amigable para los desarrolladores.

2. ¿Quién le teme al iPhone?

Nokia no le dio tanta importancia al iPhone cuando Apple lo lanzó en 2007. Es fácil entender por qué. En ese momento, Nokia era líder mundial en teléfonos inteligentes, mientras que la participación de mercado de Apple era cero. El primer iPhone no tenía conexión 3G y su cámara tenía solo 2 megapíxeles.

El Nokia N95, lanzado ese mismo año, tenía 3G y una cámara de 5 megapíxeles. Pero no fue difícil ver que las deficiencias de los teléfonos inteligentes de Apple podrían solucionarse rápidamente, lo que sucedió con el lanzamiento del iPhone 3G al año siguiente.

Las innovaciones que trajo el iPhone iniciaron una transformación radical en los teléfonos inteligentes. El teclado físico se fue y la interacción del usuario comenzó a realizarse a través de la pantalla multitáctil. La interfaz gráfica se volvió más simple y perdió los menús. Los sensores adquirieron nuevas funciones.

En un paso posterior, App Store revolucionó la forma en que se distribuyeran las aplicaciones. Todo esto hizo que los teléfonos inteligentes de Nokia se quedaran obsoletos rápidamente.

3. Reacción demasiado lenta

Incluso cuando el éxito del iPhone se hizo evidente, la reacción de Nokia fue lenta. Esto quedó claro al comparar los movimientos de Nokia con los de Samsung.

La compañía surcoreana lanzó su primer smartphone Android, el i7500, en abril de 2009, menos de dos años después de que comenzaran las ventas del iPhone. Al año siguiente, Samsung abandonó el sistema Symbian, que también usó en algunos modelos. Con el tiempo, acabaría asumiendo el liderazgo de mercado de Nokia.

Nokia comenzó a vender su primer dispositivo Windows Phone a fines de 2011, más de dos años después del lanzamiento del Samsung i7500 y cuatro años después de la llegada del iPhone. La demora en presentar un producto competitivo en el nuevo escenario creado por el iPhone resultó una pérdida acelerada de participación de mercado.

4. Uso indebido de la tecnología

Nokia invirtió $40 mil millones en investigación y desarrollo durante la última década y había conseguido crear tecnologías innovadoras. Pero parece que le cuestó convertir algunas de estas tecnologías en productos exitosos.

Un ejemplo es la tecnología PureView, que se utilizó por primera vez en el smartphone Nokia 808. Este dispositivo emplea un sensor fotográfico de 41 megapíxeles, un número mucho más alto que el de cualquier otro teléfono inteligente. Los puntos de la imagen se combinan mediante software para producir una imagen de 5 megapíxeles de alta calidad.

El problema es que el Nokia 808, lanzado en 2012, era pesado debido a las lentes. Además, ejecutaba el sistema Symbian, que ya estaba desactualizado y había sido abandonado por los desarrolladores de aplicaciones. El resultado es que el 808 fracasó comercialmente.

Solo en julio de ese año Nokia presentó otro smartphone con PureView. El Lumia 1020 usa el mismo sensor de 41 megapíxeles que su predecesor, pero tiene un diseño más atractivo y funciona con Windows Phone.

5. Todos los huevos en una misma cesta

Cuando Nokia anunció su alianza con Microsoft a principios de 2011, Android ya mostraba un gran potencial de crecimiento. El sistema móvil de Google era atractivo para los desarrolladores de aplicaciones y estaba siendo adoptado por un número creciente de fabricantes.

Windows Phone 7, por el contrario, era una nueva plataforma, incompatible con el sistema móvil anterior de Microsoft, Windows Mobile. Las aplicaciones de Windows Phone eran escasas. Fue una apuesta más dudosa que Android.

Tanto Samsung como HTC resolvieron el dilema desarrollando teléfonos inteligentes con ambos sistemas (Samsung incluso creó un tercer sistema operativo, Bada). Con el tiempo, las dos empresas empezaron a invertir más en la que ofrecía el mejor rendimiento, Android.

Uno de los problemas que enfrentó Nokia fue que los requisitos de hardware para Windows Phone eran altos. Esto impidió, al menos inicialmente, el desarrollo de teléfonos inteligentes más económicos con este sistema.

Android, por el contrario, se extendió rápidamente en todos los rangos de precios. Con un mayor volumen de ventas, también atrajo a más desarrolladores.

6. Un problema de imagen

Aunque Nokia ha creado importantes innovaciones, mucha gente todavía asocia la marca con esos simples dispositivos, que venían con el juego de la serpiente y el tono característico de la compañía (un extracto de la canción “Gran Vals”, del compositor español Francisco Tárrega).

Samsung, por el contrario, pudo construir una imagen de empresa innovadora. Patrocinó los Juegos Olímpicos de Londres y otros eventos. Y, sobre todo, creó una línea de dispositivos avanzados, los Galaxy S, que sirven de escaparate de sus tecnologías.

Samsung vende una gran cantidad de teléfonos baratos, que ejecutan versiones anteriores de Android y tienen funciones desactualizadas. Pero logró asociar su marca con los dispositivos más avanzados de la línea Galaxy. Es un ejemplo que Nokia debería seguir para deshacerse de la imagen de un fabricante de teléfonos móviles anticuado.