Como cada año, los editores de videojuegos han realizado prácticas que no nos han gustado y que esperamos que no se repitan en 2020. Hacemos un repaso.

En 2019, destacamos cuatro tendencias: el lanzamiento fallido de Stadia, los puertos, suscripciones y por último los editores de Switch demasiado ambiciosos.

Google Stadia y su lanzamiento

Google Stadia iba a ser uno de los mejores lanzamientos de finales de 2019. En cambio, la firma Mountain View multiplicó las malas elecciones. Comunicación ridícula, lanzamiento mal administrado, catálogo ridículo, funcionalidades básicas ausentes, futuro borroso ... Por el momento, Stadia parece una beta que realmente no termina de ir bien y cuya utilidad puede cuestionarse a corto plazo.

En 2020, Google tendrá que corregir la situación. Hoy, ha restringido el acceso a aquellos que pagaron por un paquete de lanzamiento. Cuando todos puedan disfrutar de Stadia a través del plan básico gratuito, la plataforma tendrá que ser perfecta. El mercado de los videojuegos necesita un Stadia fuerte y divertido. Por ahora, Sony, Microsoft y Nintendo pueden dormir tranquilos.

WITCHER 3 para Switch

CD Projekt Red ha decidido llevar The Witcher 3: Wild Hunt a Nintendo Switch. En teoría, la idea de ofrecer uno de los mejores juegos de la década de 2010 es muy loable. Pero aún es necesario garantizar la viabilidad técnica del proyecto. Porque en Switch, la aventura de Geralt de Riv sufre demasiados fallos visuales para que sea una experiencia perfecta.

En términos más generales, portar juegos de PS4 / Xbox One / PC a Switch a menudo parece ser un regalo envenenado cuando hay demasiada demanda de recursos. A menos que Nintendo lance una versión Pro de su consola híbrida.

Microtransaciones

En 2017, el fiasco de Star Wars Battlefront II destacó la peligrosidad de las microtransacciones. No han desaparecido totalmente, pero en los últimos meses hemos visto a editores optar por una mayor transparencia sobre ellos. Lo que no ha impedido que algunos empeoren: las suscripciones que permiten por un costo mensual beneficiarse de algunos bonos.

El culpable de las microtransaciones se lo debemos a Bethesda, que se atrevió a implementarlo a Fallout 76, uno de sus mayores fracasos de la década. Detrás llega Nintendo, que cobra por la adaptación móvil de Mario Kart.

Los editores

El año 2019 estuvo marcado por Blizzard, cuando el editor descalificó a un jugador profesional de Hearthstone que se había atrevido a hablar en público sobre la situación en Hong Kong. Se produjo una controversia internacional, que señaló el comportamiento de una empresa que únicamente piensa en el dinero.

Activision no lo ha hecho mucho mejor al presionar el carácter "apolítico" de Call of Duty: Modern Warfare. Un comunicado de prensa dio lugar a una controversia, la rama rusa de PlayStation se negó rotundamente a comercializar el juego. Es difícil ser "apolítico" cuando atribuye un crimen de guerra a otra nación, bajo la excusa de un relato ficticio. En resumen, los editores deben asumir sus decisiones.