En ocasiones no prestamos atención a los detalles, y el garaje es uno de los lugares de la casa que más precisa de esmero a la hora de implementar medidas de seguridad y protección. ¿Crees que ya haces lo suficiente? Teniendo en cuenta la cantidad de objetos de valor que guardamos en este habitáculo, quizás necesites hacer más.

En este artículo te proporcionamos consejos de utilidad para que no dejes nada a la improvisación y sepas cómo prevenir posibles robos o asaltos domésticos.

¡Empezamos!

Mantén la puerta cerrada

Suena a obviedad aplastante, pero te sorprenderá saber cuántas personas dejan esta entrada abierta como si no pasara nada. Suele suceder cuando el inquilino está trabajando en el jardín o en otra zona del recinto, pensando que en ese momento no ocurrirá nada (debido a la franja horaria o porque hay actividad en la residencia). Sin embargo, esto no es así y en los despistes más tontos se producen las peores infracciones.

Dejar la puerta abierta demasiado tiempo actúa como un imán. No solo es una oportunidad repentina para el ladrón que esté por la zona, sino que, además, evidencia la irresponsabilidad del dueño de cara al barrio. Los ataques contra la propiedad pueden sucederse a partir de ese preciso momento.

Por lo tanto, y aunque suene redundante, mantén la puerta siempre cerrada, no seas despistado y asegúrate de que cumples con este “must” básico en todas las situaciones.

Revisa periódicamente la puerta

Como hemos dicho, la puerta del garaje es un punto de acceso de grandes dimensiones y bastante llamativo. Por ello, más te vale hacer una revisión integral cada 6 meses, a fin de comprobar que los materiales, marcos, y complementos instalados están en perfecto estado. Si detectas óxido o podredumbre en la madera tendrás que prepararte para una reforma.

Si dispones de un portón basculante, te recomendamos cambiarlo por un modelo de rodillo, verdaderamente fuerte y resistente a largo plazo. Las puertas automáticas de hoy en día tienen altos niveles de seguridad con bloqueos integrales, sin dejar fuera ningún área.

Reemplaza la cerradura

Es posible que no tengas dinero para reemplazar la puerta del garaje, pero en términos de seguridad basta con modificar la cerradura. Un cerrajero calificado debería bastar para implementar este recurso, siempre y cuando esté alineado con los estándares de seguridad de la UE.

Vigila ventanas y otras entradas

Si el garaje tiene puerta trasera y ventana, estos dos accesos pueden ser de interés para los ladrones, concretamente cuando hablamos de garajes antiguos. Es vital chequear la resistencia de las puertas y ventanas, que en ocasiones no están bien selladas. Realizar una correcta conservación requiere de una inversión regular cada cierto tiempo; por lo tanto, si no te apetece perder dinero en un sistema de vigilancia monitorizado, más vale apartar unos euros al mes para mantenimiento y actualización. En términos de protección, es mejor ser precavido que asumir los desperfectos (en especial cuando te roban el coche).

Cámaras de seguridad y luces

Otra forma de agregar una capa de seguridad es instalar cámaras o luces sensibles al movimiento. Esta propuesta goza de gran popularidad como elemento disuasorio, ya que a la mayoría de los ladrones les espanta la posibilidad de estar siendo vigilados o grabados, por no mencionar los fogonazos de luz brillante. Los efectos visuales envían un mensaje claro: estamos atentos a cualquier infracción, y llamaremos a la policía si intentas cometer un allanamiento.

Mejora tu iluminación exterior

Este segundo recurso lumínico no tiene una función disuasoria directa, sino que consigue crear una sensación de incomodidad. ¿Por qué decimos esto? Un ladrón buscará sombras para poder emprender su trabajo y escapar sin consecuencias. Si todos los puntos del recinto están bien iluminados, el posible infractor no verá atractivo alguno en intentar el hurto.

Hoy en día, la iluminación exterior activada por movimiento es la opción preferida por los propietarios de viviendas de gran tamaño.

Asegúrate de que la iluminación está colocada estratégicamente alrededor del garaje, de manera que no se pueda desactivar. Lo recomendable es configurar una instalación ubicada a 3 o 5 metros sobre el suelo.

Como parte de los procesos de mantenimiento, es obligatorio chequear esto en la lista de verificación anual que, para evitar sustos, debe estar configurada de antemano.

Minimiza la vida vegetal y reduce los espacios

Hablando de zonas externas, has de procurar que los setos y arbustos estén correctamente recortados. A lo mejor no has caído en ello, pero el follaje espeso y excesivamente largo es un escondite ideal para ladrones. La idea pasa por ir generando un espacio amplio, liso, sin recovecos ni lugares posibles donde mantenerse oculto. Esto, sumado a la luz, dificulta mucho la tarea a los saqueadores.

No dejes objetos de valor a la vista

Este es otro de los fundamentales de seguridad en el garaje (y quizás el de más sentido común). Es sencillo: evita dejar objetos de valor en las estanterías, suelo e interior del coche.

El garaje puede convertirse en un escaparate que expone los artículos más cotizados de la casa. Si estos objetos permanecen expuestos y son visibles a través de las ventanas, ten por seguro que cualquiera que se cuele tomará nota.

Utiliza un abridor de puerta de garaje inteligente

Con HOMYHUB Starter Kit, el garaje se convierte en un centro inteligente y se potencian sus posibilidades. Todo ello con un dispositivo fácil de instalar y una aplicación sencilla de usar, intuitiva y rápida.

HOMYHUB tiene la misión de facilitar la gestión de los garajes y la integración con Siri, Alexa o Google Home permite que esto sea posible. Se acabaron las molestias que generan los controles remotos o llaves de garajes. Con HOMYHUB estarás seguro, conectado y sin limitaciones. sin importar el tipo de smartphone que manejes.

El Starter Kit de se implementa en la puerta del garaje para su correcto funcionamiento. Podrás administrar permisos y dar acceso a los miembros autorizados. También puedes activar la opción de apertura automática en momentos puntuales.