Podemos utilizar muchos dispositivos de domótica en nuestro día a día. Por ejemplo bombillas inteligentes, sensores de todo tipo, aparatos inteligentes que podemos controlar en remoto… También podemos aplicar todo esto a nuestra cocina. Ahora bien, ¿cuáles son los puntos positivos y negativos de ello? En este artículo vamos a explicar las ventajas y desventajas de domotizar una cocina. Verás que es algo muy interesante y que cada vez está más presente, pero también debes tener en cuenta los factores no tan positivos.

Ventajas de una cocina inteligente

La primera ventaja de una cocina domotizada es que puedes tener un mayor control sobre los electrodomésticos. Vas a poder programar cuándo encenderlos o apagarlos incluso sin necesidad de estar en casa. Por ejemplo, si tienes un horno inteligente puedes encenderlo desde el móvil y que empiece a precalentarse para cuando llegue a casa que esté listo.

Otra ventaja clara es que ayudan a ahorrar energía. Tener dispositivos inteligentes significa que son más eficientes, que aprovechan mejor los recursos disponibles y también que podemos configurar programas para que consuman menos electricidad. Vamos a tener un mayor control y de esta forma también recortar en la factura de la luz.

También podemos mencionar como punto positivo que van a funcionar mejor. Esto es así ya que se adaptan a diferentes situaciones. Es decir, por ejemplo un lavavajillas podría ajustarse en función de la cantidad de platos que tengamos o de qué tipo son. No va a funcionar siempre de la misma manera, por lo que podemos tener mejores resultados.

Además, vamos a ahorrar tiempo. Podemos automatizar ciertas tareas que vamos a realizar con los electrodomésticos en la cocina. Incluso algunos pueden alertarnos cuando se agotan pastillas para lavar platos, por ejemplo, y así despreocuparnos de cuándo tenemos que comprarlas.

Puntos negativos de una cocina domotizada

Pero no todo es positivo, lógicamente. Una de las desventajas más claras de tener una cocina domotizada es el precio. Vamos a tener que realizar una inversión. Si tenemos electrodomésticos antiguo, cambiar la cocina por completo va a suponer un coste inicial importante. Eso sí, vamos a ganaren comodidad y también, a la larga, podemos ahorrar energía.

Otra desventaja es que la tecnología cambia continuamente. Esto significa que tal vez nos compremos un frigorífico inteligente, por ejemplo, y después de hacer una inversión importante en cuestión de 1 o 2 años sacan una tecnología novedosa, que supera a la que tenemos y la nuestra queda obsoleta.

También hay que mencionaros los problemas de compatibilidad. Algunos dispositivos van a estar más cerrados en determinados aparatos que podemos vincular, por lo que podemos tener dificultades en cuanto a compatibilidad. Lo mismo para vincularlos con aplicaciones que usemos para gestionarla domótica del hogar.

Un punto negativo más es que requiere de un aprendizaje. Aunque generalmente son aparatos que resulta sencillo de utilizar una vez sabes hacerlo, requiere de una línea de aprendizaje que quizás resulte complicado para personas que no estén familiarizadas con estos aparatos, como por ejemplo personas mayores.

En definitiva, como ves hay ventajas y desventajas de tener una cocina domotizada. No obstante, es algo que poco a poco iremos viendo en nuestras viviendas y va a ser más común encontrarnos.