Un proyecto de diseño digital implica el desarrollo de front-end y back-end. ¿Sabes que son estos términos? Te explicamos su significado y te ayudamos a identificar las diferencias y los roles de estos dos tipos de desarrollo web.

El front-end: el desarrollo de la parte visible

El desarrollador front-end trabaja en la parte visible. Por tanto, es responsable de la interfaz gráfica y la usabilidad del sitio web o aplicación móvil. Es el responsable de diseñar todos los elementos que permitan a los usuarios interactuar con la interfaz. Su papel, por tanto, es fundamental: permite a los usuarios disfrutar de una experiencia satisfactoria.

El desarrollador de front-end trabaja tanto en fuentes como en menús desplegables, diferentes colores o formas. De este modo, crea todos los elementos visibles y garantiza que la interfaz siga siendo fácil de usar. También está a cargo del diseño, animaciones o interacciones.

Por tanto, el front-end se refiere al diseño de la interfaz gráfica, la que el usuario ve y utiliza a diario. Pero para que el sitio responda a la acciones del usuario, es necesario desarrollar varias funciones. Aquí es donde entra en juego el desarrollo de back-end.

El back-end

Un desarrollador back-end es responsable de crear todos los elementos invisibles para el usuario final. Todas las funciones del sitio y la aplicación son, por tanto, parte de sus responsabilidades. Es el principal responsable de tres aspectos que harán que la plataforma funcione. El primero es el servidor de alojamiento. De hecho, el desarrollador de back-end debe configurar un espacio de almacenamiento, que le permitirá alojar todos los elementos que componen el sitio web.

El desarrollador de back-end también es responsable de crear la base de datos. Este último almacenará todos los datos facilitados por el usuario. Para conectarse, el usuario debe, por ejemplo, ingresar un ID y una contraseña. La base de datos permitirá encontrar la información proporcionada anteriormente y así validar la conexión del usuario de Internet.

Finalmente, el desarrollador de back-end configurará la aplicación web. Debe desarrollar todas las funcionalidades que permitirán al sitio proporcionar la información solicitada al usuario.

Lenguajes utilizados para el desarrollo web

El desarrollo de front-end y back-end implica diferentes lenguajes de programación. Para trabajar en una interfaz fácil de usar, el desarrollador de front-end debe dominar tres lenguajes: HTML, CSS y JavaScript. HTML es un lenguaje de marcado: permite configurar las fuentes, los colores o la estructura del sitio. CSS ayuda a organizar la presentación de la plataforma. Este idioma es fundamental para crear una buena experiencia de usuario. Finalmente, el desarrollador web puede usar JavaScript. Un lenguaje de programación dinámico, Javascript hace que las páginas sean interactivas.

También es posible que una persona no solo esté a cargo del front-end, sino también del back-end. Este tipo de programador se llama Full Stack Developer: son desarrolladores que tienen una visión global del proyecto y crean los elementos tantos visibles como invisibles del proyecto.

Por su parte, el desarrollador back-end utilizará otros lenguajes, como PHP, Ruby, Python o SQL.

Los desarrolladores de front-end y back-end necesitan crecer juntos y trabajar en estrecha colaboración. Disponen así de perfiles complementarios que les permiten llevar a cabo sus proyectos.

El desarrollador de front-end se encargará de la interfaz y el desarrollador back-end se encargará de darle interacción.

Las funciones desarrolladas por el programador de back-end serán utilizadas mediante llamadas por los responsables del front-end. Por lo tanto, todo está vinculado: las dos partes deben trabajar cada una en sus elementos, mientras se aseguran de que la comunicación entre cada pieza de información se desarrolle sin problemas.