En un lugar de Inglaterra de cuyo nombre no quiero acordarme (Cambridge), no ha mucho que vivía un hidalgo con pinta de sabio que decidió crear un compañía dedicada a la investigación en el campo de la electrónica. El nombre de este personaje con aspecto de no haber roto un plato en su vida era Sir Clive Sinclair, quien, con sus inventos, revolucionó el mundo de los ordenadores domésticos en Europa.

Efectivamente, Sir Clive Sinclair, el genial creador del Spectrum, ha sido uno de los investigadores que más ha influido en el desarrollo de la informática durante la última década de los 80. Por ello queremos hacer una breve historia de su vida en el aspecto dedicado a la investigación.


INVENTOR FECUNDO

El invento que hizo que Sir Clive pasara a la posteridad fue, sin duda, el Spectrum, pero os diremos que no fue esto lo único que inventó. Hizo más cosas, como pueden ser los primeros ordenadores de bajo coste, un magnífico ordenador llamado Sinclair QL, un coche portátil llamado C5, el primer sistema de almacenamiento rápido y a muy bajo precio (el microdrive), un televisor de bolsillo de pantalla plana, y otras maravillas técnicas, como pueden ser el ZX88 (ordenador portátil) o una antena parabólica.

Corría el año 1978, cuando Sir Clive montó una compañía que recibió su propio nombre: Sinclair Research Ltd. Esta casa tenía como razón de ser el proyecto de la construcción de un ordenador basado en el microprocesador Z80 de la casa Zilog, de bajo coste, que estuviera orientado hada el gran público.

Recordaremos que en aquellos tiempos los únicos ordenadores disponibles en el mercado eran máquinas muy caras y con muy pocas prestaciones, léase como ejemplo el Commodore PET, que disponía tan solo de 8 Ks. de RAM, sin ningún colorido y con un simple zumbador (con el cual no se podía hacer ningún tipo de música), y cuyo precio oscilaba alrededor de las 400.000 ptas.

Era el típico ordenador usado en aquellos tiempos por gran numero de cajas y bancos.

Llegados a este punto diremos que en ese tiempo faltaban aún dos años para que se inventaran los PC’s de IBM, también diremos que Commodore tenía por aquel entonces un serio competidor: la casa Apple, creadora del Appel II, el ordenador de la manzana, que puede ser considerado el auténtico primer ordenador personal.

Como veis hay más de una razón para que el señor Sinclair se decidiera a llenar este hueco en el mercado. Así presentó su primero ordenador: el ZX80. Este nombre viene de que el microprocesador central era el ya antes mencionado Z80 y su aparición en el mercado fue en 1980.


ZX80: EL PEQUEÑO DE LA SAGA

Pasamos a explicaros más detalladamente la estructura de este ordenador. El teclado era de membrana táctil, sin relieve, por lo que en cada pulsación teníamos que mirar el ordenador para saber dónde apretábamos y hacerlo en el lugar correcto (este ha sido uno de los grandes fallos de Sinclair). Se componía de 40 teclas, sin diferencia alguna entre sí al tacto. Cuando estaba nuevo y limpio, bastaba un simple roce a la tecla para que ésta realizara su función correctamente, cosa que al cabo de unos días empezaba a funcionar no tan bien como cabría desear.

No tenía chip de sonido y su resolución en pantalla era poco precisa. Daremos como dato que un pixel de este ordenador equivale a 1 ó en el Spectrum, así que imaginaros cómo serían los gráficos. Tenía tan solo 1 K de RAM.

Evidentemente, no era la octava maravilla del mundo, pero teniendo en cuenta los tiempos en los que estábamos y que costaba unas 20.000 pesetas...

Un detalle curioso a cerca de este ordenador es que fue el único ordenador que realizó Sir Clive que no era negro, sino blanco.


ZX81: SIR CLIVE ATACA DE NUEVO

Nos encontramos en los principios de 1981. Lo casa Commodore acababa de lanzar una máquina que va a dar mucho de que hablar: el Vic-20. Este ordenador, además de estar distribuido en Europa por tan potente multinacional, era técnicamente muy superior al exiguo ZX-80 (tenía 3.5 k de RAM) y, además, también era muy barato. Pero Sir Clive nunca se rinde.

Inmediatamente después aparece en el mercado el ordenador que sería el primer invento serio de Sinclair: el ZX81.

Con una concepción general muy parecida a lo de su predecesor, el ZX81 corregía buena porte de sus errores. La resolución gráfica era la misma, pero se había arreglado la velocidad de impresión; el método de almacenamiento seguía siendo el cassette, con una fiabilidad mucho mayor, pero aún desastrosa (imaginaros cómo sería lo anterior); se había intentado ponerle sonido, pero a resultas de la inminente aparición del Vic-20 se aceleró el trabajo y no se llevó a cabo; se ampliaron los manuales que ahora incluían un completo glosario con todo el repertorio de instrucciones Basic Sinclair mucho mejor comentadas y detalladas para que hasta los más novatos pudieran aprender a manejarlo... en definitiva, se había creado un ordenador bastante bueno para su tiempo.

Es importante recalcar que este ordenador poseía gran cantidad de periféricos adicionales que fueron apareciendo casi al mismo tiempo que la propia máquina. Los más importantes fueron las ampliaciones de memoria a 16k, 32k y 64k, (al fin se acabaron los problemas de memoria), la impresora térmica ZX printer, (de muy bajo coste, pero muy alto mantenimiento) y muchos periféricos más que fueron creando otras compañías no vinculadas con Sinclair Research Ltd.: un Modem, un osciloscopio...

También hay que decir que a nivel de software fue apoyado por un gran número de compañías. Entre ellas la más resultona fue la desaparecida DK’tronics, quien lanzó una importante cantidad de programas. Como dato anecdótico diremos que al frente de su equipo de programadores se encontraba el Don Priestley, autor de juegos tan populares como «The Trap Door», «Popeye», «Flunky», etc... En realidad, la mayoría de los programadores actuales, que engrosaron las filas de compañías tan prestigiosas como Ocean, Hewson o Mastertronic, empezaron programando estas máquinas. Por citar algunos de estos programadores podemos hablar de Mike Richardson —autor de infinidad de títulos de la también desaparecida Durell—, o Sandy White —autor del histórico Ant Attack (Hormigas), Zombie Zombie, etc...

Por todas estas circunstancias, el ZX81 fue uno de los grandes impulsores de la microinformática personal y, a pesar de sus desventajas, dejó entrever los primeros indicios de lo que sería un gran inventor.