Intel comenzará la construcción de un centro de producción de 400 hectáreas en Ohio (Estados Unidos). Además, fortalece su fábrica irlandesa y planea construir otra planta en Europa.

Intel acaba de anunciar una inversión de 20 mil millones de dólares para construir una nueva planta de fabricación en Estados Unidos.

La empresa construirá dos nuevas fábricas de chips avanzados debido a la creciente demanda de semiconductores. Esta es la mayor inversión privada en la historia de Ohio.

En la fase inicial del proyecto, Intel estima que la inversión generará 3.000 puestos de trabajo dentro de la empresa y 7.000 para la construcción de las fábricas. En cuanto al comercio local, Intel creará miles de puestos de trabajo de manera indirecta gracias a las nuevas fábricas.

Para respaldar el desarrollo de la zona, Intel prometió 100 millones de dólares para instituciones educativas, con el objetivo de fomentar el talento y apoyar los programas de investigación en la región.

El enorme esfuerzo económico impulsado por Intel se enmarca en la nueva estrategia Intel Device Manufacturing (IDM) 2.0 muy deseada por el CEO Pat Gelsinger: que Intel produzca procesadores, SoCs y chips en general para terceros, también basados ​​en arquitecturas ARM y RISC-V.

La planificación de las dos primeras fábricas en Ohio comenzará de inmediato y se espera que la construcción comience a finales de este año. Se espera que la producción comience en 2025, cuando las fábricas entreguen los primeros chips utilizando "las tecnologías de transistores más avanzadas de la industria", señala la compañía.

Con estas nuevas fábricas, Intel responde a la escasez de chips y semiconductores, de los que tanto se seguirá hablando.

¿Y en Europa? Mientras tanto, recientemente, Intel envió nuevos equipos a su planta irlandesa (Fab 34) para apoyar la cadena de producción utilizando litografía ultravioleta extrema (EUV).

Tanto los procesadores Intel 5 como los Intel 4 se producirán en la fábrica irlandesa mientras se avanza a la era Angstrom.

Por otro lado, se está a la espera de la decisión sobre la ubicación del nuevo centro de producción europeo de Intel: Alemania estaría en la primera posición, aunque Italia también lo está negociando.