Google aclara cómo tratará el contenido generado por inteligencia artificial para su indexación y posicionamiento en los resultados del buscador.

Desde que apareció el chatbot ChatGPT a finales de noviembre de 2022, muchos lo han utilizado para generar contenido para blogs, sitios web y publicaciones en redes sociales.

La mayoría de los contenidos generados por ChatGPT son de gran calidad, pero en ocasiones crea artículos que no han sido verificados con el riesgo de difundir información inexacta o incluso completamente falsa. Google es muy consciente de que durante la presentación de su inteligencia artificial Bard cometió un error imperdonable: una de las respuestas proporcionadas contenía un error garrafal. Cuando se le preguntó acerca de las características y capacidades del telescopio espacial James Webb, el chatbot de Google afirmó que fue el primero en realizar una fotografía de un planeta fuera de nuestro sistema solar cuando esto no es del todo cierto.

Sin embargo, dada la apertura de Google al uso de modelos generativos, ¿cómo se tratarán los contenidos publicados en la Web que hayan sido escritos por un chatbot o en todo caso por una inteligencia artificial?

En primer lugar está el problema del reconocimiento de textos escritos con inteligencia artificial: como hemos visto, actualmente ni siquiera OpenAI es capaz de reconocer con una buena aproximación los textos creados por humanos y los producidos por su propio chatbot ChatGPT.

En una larga nota publicada por Google, la empresa aclara finalmente su posición respecto al buscador, en particular a efectos de indexación y posicionamiento, de los contenidos generados por inteligencias artificiales.

Según Google, su sistema de clasificación valora el contenido original y de alta calidad, la experiencia, la autoridad y la confiabilidad (E-E-A-T).

El enfoque de Google de destacar información de calidad, permite mostrar resultados confiables valiosos para los usuarios.

En general, Google considera que utilizar mecanismos automatizados destinados a generar contenido viola sus políticas anti-spam, cuando la actividad está principalmente dirigida a manipular artificialmente el ranking en los resultados de búsqueda.

Cuando la IA se utiliza para generar contenido útil que cumple con los estándares más altos de E-E-A-T, su publicación no generará penalizaciones ni afectará a la indexación.

Google utiliza varios sistemas, incluido SpamBrain, para detectar y evitar que aparezca contenido de IA de baja calidad en los resultados de búsqueda.

Para que el contenido se posicione, debe ser útil, confiable y diseñado para las personas, independientemente de quién y cómo lo genere. Además, uno siempre debe preguntarse "quién, cómo y por qué" para cada contenido que decide producir y publicar en la Web.

Por otro lado, como explica Andrej Karpathy, miembro fundador de OpenAI, investigador y responsable del proyecto Tesla Autopilot hasta 2022, soluciones como ChatGPT y Bard se basan en modelos probabilísticos no deterministas: no se espera utilizar ninguna base de datos porque el las respuestas proporcionadas después de una pregunta específica se ofrecen sobre la base de la secuencia de palabras más probables. Por eso se pueden producir disparates como el que surgió durante la presentación de Bard.