Hemos recuperado un artículo publicado en la revista Microhobby nº110 (1987) en donde comentan el éxito de los videojuegos españoles en Reino Unido. Viaja en el tiempo hasta 1987...

En nuestro país, la historia del software de entretenimiento aún es relativamente corta. Sin embargo, en sus apenas dos años de existencia, la calidad y cantidad de producción de programas ha sufrido un considerable aumento, y algunas compañías españolas han conseguido situar a sus programas en los puestos más altos de las listas de éxitos europeas.

Parece que fue ayer cuando podíamos leer en una de las más prestigiosas revistas británicas, las siguientes palabras a cerca de un programa llamado Profanation, que había sido realizado por un grupo de jóvenes que se daban en llamar Dinamic: «No hay nada particularmente original en Profanation, pero simplemente es uno de los mejores juegos que jamás he visto». Sin embargo, y para ser fieles a la realidad, aunque éste fue el primer gran éxito del software español en Europa, anteriormente otros programas ya habían iniciado la aventura de la exportación.

Este es el caso de los programas «La Pulga», de Paco Suárez y «Fred», de Made in Spain, acerca de los cuales existe una curiosa historia, ya que prácticamente fueron de los primeros juegos que se hicieron para Amstrad.

Los acontecimientos se remontan tres años atrás, cuando un comerciante llamado J. L. Domínguez, hoy presidente de Indescomp, visitó Gran Bretaña con la intención de vender algunos periféricos para Spectrum. Allí conoció a otro fabricante de productos electrónicos, Alan Sugar, quien acababa de lanzar al mercado un nuevo modelo de ordenador personal llamado Amstrad CPC 464. Ambos llegaron a un acuerdo y, con el fin de potenciar la nueva máquina, J. L. Domínguez le proporcionó dos programas para Spectrum que habían sido realizados en nuestro país, «La Pulga» y «Fred», los cuales, adecuadamente convertidos, pasaron a formar parte del lote de software que se regalaba con la adquisición de un Amstrad. Así, y bajo los nombres de «Roland in the Cave» y «Roland in the Ropes, dos programas españoles cruzaban por primera vez nuestras fronteras.

Pero mucho tiempo ha transcurrido desde entonces y las cosas han cambiado considerablemente en el panorama del software español.

«Abu Simbel Profanation» puede considerarse como el auténtico punto de partida, como el programa que abrió el camino de salida a los programas españoles hacia el exterior, especialmente hacia la «meca» del software, Gran Bretaña. El hecho de que este excelente juego se llegara a situar en los n°1 de todas las listas inglesas, motivó que se empezara a tener en cuenta en Europa la labor que se estaba realizando en España.

Tal y como ocurre con el cine en Estados Unidos o con la música en Gran Bretaña, es verdaderamente difícil ganarse el mercado de los juegos para ordenador en este último país, pero muchos han sido ya los títulos que lo han conseguido.

Dinamic ha sido la compañía que, debido a su mayor producción con respecto a otras casas españolas, ha conseguido convertir en éxito un mayor número de programas. Al legendario «Profanation» le siguió el no menos espectacular «Rocky», que en Europa se rebautizó con el nombre de «Rocco», por problemas con el título de la película, y acerca del cual la crítica especializada afirmó: «... los efectos de sonido en este programa son increíblemente realistas y consigue hacerte sentir el dolor como si un auténtico puñetazo te golpeara la mandíbula».

A estos programas les siguieron algunos otros de la casa como «Saimazoon» y «Babaliba», los cuales, a pesar de no alcanzar un éxito tan destacable, recordaban al público británico que en el país de Torremolinos se seguían haciendo cosas interesantes y de calidad.

Pero, tras este breve período de calma, volvió a llegar la tempestad con un sensacional programa: Sir Fred. Este juego realizado por Made in Spain fue, sin duda, uno de los mayores éxitos de España, pero su calidad le hizo ir más allá de nuestras fronteras. La prestigiosa compañía Mikro-Gen se hizo cargo de su distribución en Inglaterra y sobre este juego, la revista Computer and Video Games, escribió: «Sir Fred agradará a los fans de Mikro-Gen, y posiblemente hará que gane a muchos nuevos con este atmosférico y divertido juego». Pero, a pesar de que la crítica y el público acogieron con entusiasmo las aventuras y desventuras de este «caballero español», los programadores de Made in Spain tuvieron (y siguen teniendo) serios problemas con la distribuidora, Mikro-Gen. El problema se llama 20.000 libras.

Cuando los «muchachos de Sir Fred» llegaron a Gran Bretaña con su programa debajo del brazo, muchas fueron las compañías que se interesaron por su distribución. Por razones económicas la casa elegida fue Mikro-Gen, con quienes firmaron un contrato en exclusiva por valor de 20.000 libras por los derechos de distribución de su programa en Europa.

Pero, por suerte o por fortuna, los componentes de Made in Spain son peores comerciantes que programadores y de esas 20.000 libras que les prometieron, apenas han llegado a su poder 4.000 libras. El resto ya han perdido las esperanzas de recuperarlo. No es oro todo lo que reluce en este mundillo del software.

Y el transcurso del tiempo nos hace llegar ya hasta la actualidad, donde, una vez más, podemos ver cómo nuevos programas siguen acaparando el interés de los usuarios.

Este es el caso de «Video Olimpic», programa muy antiguo de Dinamic que ha sido editado recientemente en Gran Bretaña y que, sorprendentemente, (la calidad de este programa no es muy grande), ha estado apenas hace un mes en el n.° 1 de los TOP 30 del semanario CTW. Otro programa que ha causado una estupenda impresión en los medios británicos ha sido la primera creación de ERBE, «Las tres luces de Glaurung», programa éste que en los países anglosajones ha triunfado con el título de «Conquestador». Sobre él, el ejemplar del mes de diciembre de la revista Your Sinclair afirma: «Todo lo que puedo decir después de esta extraña explosión de prosa profunda es que he sido vencido por este Conquestador, ¡cómpratelo!» Por su parte, Computer and Video Games, tampoco tiene reparos en soltar elogios acerca del juego: «... es realmente primoroso, divertido de jugar y aterradoramente adictivo».

Realmente con toda esta colección de comentarios, no exageramos si decimos que en nuestro país el software, aunque escaso, es de una enorme calidad. Sin embargo, no todas las críticas son buenas, y, en algunas ocasiones, la prensa especializada ha sido un tanto dura con programas como «Olé toro» o «Sgrizam», los cuales por connotaciones sociales el primero y por la escasa calidad del segundo, han sido puestos auténticamente por los suelos. Pero éstas son las excepciones que confirman la regla, máxime si tenemos en cuenta que en el caso criticas se han centrado principalmente en la repulsión hacia la fiesta de los toros más que hacia las características gráficas o de adicción del juego.

Otro juego de Dinamic que también se ha embarcado en la aventura europea ha sido, ¡cómo no! «Camelot Warriors», el cual, por razones obvias, ha aparecido en Inglaterra con su nombre original.

Este programa, sobre el cual se tenían puestas muchas esperanzas no ha sido acogido precisamente con excesivo entusiasmo, pero la crítica en general le ha calificado como un programa aceptablemente adictivo y de una calidad gráfica notable.

Sin embargo «Camelot Warriors» también tiene su anécdota particular, ya que cuando éste fue mostrado por Dinamic a Ariolasoft, los responsables de dicha compañía consideraron que el programa presentaba una dificultad excesiva para los gustos del público británico, por lo que «aconsejaron» que se realizara una nueva versión más asequible y sencilla, que pudiera ser jugada sin tanto esfuerzo. En fin, que los viciosos ingleses están disfrutando de un Camelot Warriors Light.

Pero, con todo, la avalancha española no ha hecho más que comenzar y en los próximos meses la producción de software en nuestro país va a ser de un volumen considerable, tanto en cantidad como en calidad. Títulos como «Game Over», «Fernando Martin Basket Master» o «Army Moves» de Dinamic, «Cosa Nostra» y «Livingstone, Supongo» de Opera Soft, o el mismísimo «El Misterio del Nilo» de Made in Spain, están esperando en la recámara del cañón que les disparará hacia la fama. ¡Prepárate, Europa!, el software español ataca de nuevo.