Ni las objeciones de los defensores de la libertad de internet, ni las de GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) han logrado bloquear una directiva cuyo proyecto comenzó hace 3 años, con el único objetivo de controlar la información de Internet.

Al final, una gran mayoría de los eurodiputados (348 a favor, 274 en contra, 34 abstenciones) votaron el martes a las 12h por una directiva para proteger mejor los derechos de autor y la prensa en la era de Internet (eso dicen).

Hasta el último minuto, la lucha continuó entre los defensores y los opositores de la directiva. El martes por la mañana, frente al Parlamento Europeo, los artistas entregaban por folletos con el lema "Yes2Copyright", difundiendo la lista de docenas de artistas que apoyan la directiva.

Por su parte, el sábado, miles de personas se manifestaron en Berlín para denunciar una directiva que consideran un delito.

 

El debate dividió profundamente a cada grupo político, pero no por las mismas razones en cada grupo.

La Izquierda Unida Europea, por ejemplo, encontró que el texto no fue suficiente para proteger a los periodistas y autores, especialmente para los periodistas precarios, que son cada vez más numerosos en la profesión. Se opusieron a la directiva tal como está para crear un nuevo proyecto.

Esto no impidió que votaran algunos miembros del grupo, creyendo que era necesario poner fin al poder de GAFA y sus enormes ingresos.

La misma tensión entre los ecologistas, quienes, aunque reconocen que la remuneración de los creadores y la prensa independiente están amenazadas por la posición dominante de las grandes plataformas monopolísticas en Internet, también pidieron un voto en contra por considerarla un obstáculo.

Para el copresidente de los Verdes (ALE) Philippe Lamberts, los textos adoptados hoy no responden al verdadero desafío que plantea Internet y, según él, "un daño colateral importante para nuestras sociedades."

La vicepresidenta de Greens-EFA, Julia Reda, quien encabezó la cruzada contra la directiva europea, presenta argumentos técnicos que todos admiten como complejos. Para este miembro del "Partido Pirata", los filtros de descarga (que la directiva requerirá que usen las plataformas) no funcionan por la sencilla razón de que los algoritmos no pueden diferenciar entre la infracción de derechos de autor y los usos legales, como las parodias.

 

La pelota se encuentra en la cancha de cada país de la Unión Europea que tendrá que traducir la directiva a su propia legislación. Se realizarán debates nacionales.

Resumiendo, emprender en Europa es una locura.